martes, 12 de octubre de 2010

SERENDIPIA Y EL GRAN ARQUÍMEDES

TAREA 4

Consiste en la lectura de uno de los capítulos del libro "Serendipias. Descubrimientos accidentales de la ciencia" de Roberts Royston, para posteriormente realizar en grupos de máximo dos personas una presentación en Power Point, en donde se refleje los descubrimientos realizados en cada capítulos, así como  que podamos conocer un poco más de la vida de los investigadores que realizaron dicho descubrimientos. Como ejemplos, podéis ver la presentación realizada sobre el capítulo 1 del libro dedicado a Arquímedes.
Una vez realizada la presentación deberá ser expuesta a toda la clase, siendo el tiempo máximo de exposición de 10 minutos.
Esta actividad es obligatoria y tiene una calificación equivalente a la nota obtenida de un examen escrito. El último día para la entrega de trabajos es el 17 de noviembre de 2010. Todos aquellos grupos que lo expongan antes de dicha fecha tendrán 0,75 puntos más extras en la nota de dicho trabajo.
Por otra parte, es conveniente leer la presente entrada del blog, ya que en la próxima prueba escrita, una de las preguntas será sobre la serendipia y/o el gran Arquímedes.
Finalmente, todos aquellos que fabriquen una copa de Arquímedes tendrán 0,5 puntos más en el próximo examen escrito.
INTRODUCCIÓN
¿Qué tiene en común el velcro, la penicilina, el teflón y la dinamita? La serendipia, todas estas cosas fueron descubiertas por accidente, así como cientos de otras cosas que nos hacen nuestra vida cotidiana más conveniente,  placentera,  saludable o interesante. Todos han venido a nosotros como resultado de la serendipia,  el regalo de encontrar cosas valiosas o agradable no buscadas, o bien “la facultad de hacer descubrimientos afortunados e inesperados por accidente” (definición de diccionario).
La palabra serendipia, (serendipity, en el original inglés),  fue acuñada por Horace Walpole en una carta a su amigo sir Horace Mann en 1754. Walpoe quedó impresionado  por un cuento de hadas que había leído sobre las aventuras de los príncipes de Serendip o Serendib, un antiguo nombre de Ceilán, actualmente, conocida como Sri Lamka, los cuales estaban siempre haciendo descubrimientos, por accidente y sagacidad, de cosas que no se habían planteado. Walpole usó el término para describir alguno de de sus propios descubrimientos accidentales. Dicha palabra ha sido redescubierta y está siendo usada con bastante frecuencia.
ARQUÍMEDES. EL GRAN SABIO DE SIRACUSA.
Nuestras anécdotas comienzan con uno de los primeros ejemplos registrados de pseudoserendipia  (el autor la define para designar descubrimientos accidentales que logren culminar el camino de búsqueda, en contraste con el significado de la verdadero de serendipia, la cual describe descubrimiento accidental de las cosas no buscas). En el siglo III a. de J.C. Arquímedes estaba buscando una forma de detectar la presencia de un metal de calidad inferior en una corona dorada hecha por su rey  y encontró la respuesta en una observación casual que hizo en los baños públicos de Siracusa, lo que llevo a precipitarse desnudo de los baños gritando ¡Eureka!
Tales afortunados accidentes han ocurrido a miles de individuos, aunque probablemente muchos no han reaccionado tan efusivamente como Arquímedes. Todos nos hemos beneficiado de los descubrimientos que han surgido de estos accidentes.

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